Del taller a la fábrica
Saber másEl invento decisivo: la máquina de vapor
La utilización del vapor fue posible gracias al invento de la máquina de vapor, perfeccionada por Watt en 1769. Este invento, uno de los más revolucionarios...
Hasta la revolución industrial, los productos manufacturados se elaboraban en pequeños talleres artesanales. Desde finales del siglo XVIII, los talleres comenzaron a ser sustituidos por fábricas, grandes establecimientos que contrataban a gran número de obreros que trabajaban con máquinas.
James Watt, en 1774, construyó la primera máquina de vapor. A partir de entonces, las máquinas movidas por la energía del vapor se utilizaron en la minería, la industria y el transporte.
La aparición de las fábricas supuso un cambio trascendental en la organización del trabajo respecto a la época preindustrial:
- El artesano realizaba la pieza completa y tenía todavía cierta capacidad de control sobre su ritmo de trabajo, por ejemplo, no estaba sujeto a un horario fijo.
- El obrero estaba especializado en una única tarea, con lo que el trabajo se hizo más monótono, y, además, tuvo que adaptarse al ritmo de trabajo impuesto por la nueva maquinaria, que no se detenía hasta que no era desconectada.
Todos estos cambios ahorraron trabajo, aumentaron la calidad de los productos, incrementaron la productividad, es decir, el número de piezas que elaboraba cada obrero, y abarataron los costes.