Los jesuitas crearon la llamada "Provincia de las Misiones".
La necesidad de procurar alimentos para los indígenas guaraníes de los pueblos misioneros llevó a la realización de numerosas expediciones en busca de ganado en pie hacia "la gran estancia" jesuítica que era la Banda Oriental. Treinta y tres pueblos (siete de ellos en la margen oriental del río Uruguay), más de 100.000 indios viviendo en forma organizada pacífica y productiva, "el milagro" de las misiones jesuíticas sirvió también de freno al avance portugués en la frontera. El éxito de la experiencia se debió entre otras razones a que en las misiones se respetó en gran medida la forma comunitaria de vivir, organizarse y producir de los guaraníes. Por otra parte, se combatieron las creencias religiosas, la poligamia y la antropofagia ritual.