El relieve de nuestro país se caracteriza por su homogeneidad. Forma parte de una zona de transición entre las llanuras de la Pampa y el escudo Brasileño. Se distinguen dos grandes áreas estructurales: las penillanuras y las llanuras. Las penillanuras son restos de antiguas cordilleras, hoy totalmente erosionadas. Se trata de relieves suavemente ondulados y se extienden por la mayor parte del país. Las llanuras son producto de la acumulación de sedimentos aportados por los ríos, especialmente el Uruguay. Las principales ondulaciones existentes en el territorio, llamadas cuchillas, se deben a la acumulación de arcillas o al afloramiento de granitos. Las principales cuchillas que atraviesan el territorio son: Negra, Grande, Haedo y Santa Ana.